Master Desarrollo Económico y Sostenibilidad- ABIERTA PRIMERA FASE DE PREINSCRIPCIÓN 2012-2013

Desde el 1 de febrero de 2012 está abierta la primera fase de preinscripción de Máster Universitario para el curso académico 2012-2013. Esta primera fase va dirigida exclusivamente a estudiantes extranjeros, con objeto de que puedan disponer de tiempo suficiente para realizar los trámites relacionados con el visado. Además de esta primera fase, están previstas una segunda fase a partir del 02 de julio y una tercera a partir del 28 de septiembre a la que podrán concurrir estudiantes de nacionalidad española así como extranjeros.

Pueden consultar las fechas de las distintas fases de preinscripción en el siguiente enlace . Para obtener información sobre los programas de postgrado de la UPO, consulte nuestra web www.upo.es/postgrado

Los Educadores

José María Doria escribe una entrada en su blog, «Los educadores«, en la que nos lleva a repensar qué significa educar. ¿Para qué educamos? ¿Cómo hemos de educar? Nos lleva de la mano a reflexionar sobre algo que, en mi opinión, hoy cobra más fuerza si cabe: es necesario educar para formar un ser humano consciente. No basta con las matemáticas, la estadística, la economía… hay que transmitir otras «capacidades» (esta palabra tan de moda con el Plan Bolonia).

Cuáles son esas «otras» capacidades, nos podríamos preguntar. Doria nos plantea unas cuantas: aprender a indagar, aprender a vivir sin sufrir, aprender a ser uno mismo, aprender a construirse una mente feliz, aprender a escucharse en el silencio, aprender a convertir el error en experiencia, aprender a vaciarse y fluir en la creatividad, aprender a manejar el miedo y la anticipación, aprender a identificar sentimientos y expresarlos, aprender a asumir la propia responsabilidad de nuestro destino, aprender a empatizar con las emociones del otro…

¿Y cómo se transmiten estas capacidades? ¿Cómo se forma a un estudiante en un ser humano consciente? Doria nos da una clave. «Se educa ‘siendo’ (…) Para ‘enseñar’ conviene sentir lo que se comparte (…) Es por ello que tras haber vivido lo estudiado, es cuando estamos en condiciones de transmitir desde el corazón, tal vez porque lo transmitido ya es “nuestro”, y cuando es nuestro, la transmisión aflora envuelta en emociones..».

Esto es, los profesores y profesoras hemos de ser seres humanos conscientes; o como diría Aguilera (2010), hemos de ser capaces de transformar nuestra disociación en integración. Y ahora la pregunta sin respuesta: ¿Cómo nos transformamos en seres humanos conscientes, como llegamos a ser personas integradas?

«Colección de Autores» en la Asociación de Economía Ecológica

En el BLOG de la Asociación de Economía Ecológica en España, hemos iniciado una nueva actividad denominada «Colección de Autores» con la idea de promover el debate sobre textos relacionados con la Economía Ecológica y la Ecología Política. La Colección la abrimos con un magnífico artículo de Federico Aguilera, «La economía como sistema abierto. De la disociación a la integración«. Desde aquí os animo a todos/as a participar en el debate.

(Indicaciones: en la Web de la Asociación podreis encontrar los textos; y el debate lo desarrollamos en el Blog).

Los alumnos de Harvard por una Economía Crítica

Hombre, por fin!!! Tienen que llegar los alumnos de la «excelentísima» universidad de Harvard a alzar la voz para que, tal vez así, se comience a prestar atención a lo que es más que evidente: que no podemos seguir enseñando una economía cuyos paradigmas son manifiestamente irrealistas; que la universidad está para formar PERSONAS, sí, personas, no «recursos humanos»; personas capaces de pensar por sí misma, personas que se atrevan a ir más allá de REPETIR sin más las «creencias» de otros.

¿Pero cómo el Prof. Mankiw sigue enseñando lo mismo que hace años, con la que está cayendo? ¿Tendrá algo que ver que su «Manual» es uno de los más utilizados en las asignaturas de Economía? ¿Tendrá algo que ver la ceguera que nos lleva a la codicia? ¿O será simplemente la ceguera? ¿O será simplemente la codicia?

En fin, a ver si dicho por alumnos «excelentes» se empieza a tomar en serio algo tan preocupante como la enseñanza de economía en las universidades. Porque existe otra forma de entender la Economía, porque existe otra forma de entender la Universidad…

Sólo se recuerda lo que se siente

El país de hoy trae a su contraportada una breve conversación con el Prof. David Brierley (Universidad Rudolf Steiner, Oslo) en la que se afirma que «la emoción es imprescindible para aprender» y considera fundamental y necesarios los cambios en la educación para salvar la democracia. La creatividad y las emociones son fundamentales en el estudiante, cada uno tiene su propio potencial y la habilidad del profesor/a está en encontrarlo; aboga por eliminar la cultura de los examenes que estrangula la labor del profesor y condena la creatividad del alumno. Pero esta revolución ha de venir desde abajo, desde aquellos profesores y profesoras con ganas e ilusión por hacer otro tipo de docencia.

Coincido en que la revolución ha de venir de la mano de los profesores, de personas integradas que busquen algo más que formar «capital humano» que sea empleado en las grandes o pequeñas corporaciones. Pero no podemos olvidar que hay, al menos, otros dos componentes en esta ecuación, a saber, los estudiantes y las instituciones. ¿Podemos hacer esta revolución con un estudiante que lo único que persigue es un «título» que le permita engrosar la larga lista de «recursos humanos»? ¿Podemos hacer esa revolución con un Plan Bolonia que de tanto recortar contenidos y especializar los estudios hemos caído en una parcelación del conocimiento aún mayor de la que ya teníamos?

Aún así, firmo una por una las palabras del Prof. Brierley.

Las emociones y el discurso de Steve Jobs

No soy fanática de Apple ni creo en el sueño mal llamado «americano», pero el discurso de Steve Jobs, tan repetido estos días con motivo de su fallecimiento, creo que es digno de escucharse. En mi opinión, hay que escucharlo con la mente y el corazón abiertos: Jobs no hablaba para estudiantes «excelentes» en una universidad «excelente», le hablaba al corazón de gente joven para que crean en su instinto y en sus emociones, al margen de universidades y de excelencias.

El dia E

Buena iniciativa la del día E. Da igual cuál sea tu palabra. Lo importante es ser conscientes y HABLAR, ESCRIBIR Y COMUNICARNOS en español.

Ya está bien de la hegemonia del inglés. ¿Soy yo la única que creo que la imposición del inglés en la Academía es una manifestación más del paradigma neoliberal, que nos invade hasta en nuestra forma de comunicarnos, y nos dejamos…?

… Y a propósito de universidades «excelentes»

Una de las pretendidas «excelentes» universidades según esos rankings tan aceptados por muchos, Princeton, ha sido escenario de la «abrupta despedida» de uno de sus profesores, y posterior suicidio de éste. Al margen del trágico final de Antonio Calvo, hoy me gustaría llamar la atención sobre la brutal opacidad con la que opera esta institución, y que aún así se nos llene la boca hablando y poniendo como ejemplo a este tipo de universidades (por cierto, privadas).

Es aplastante por su simplicidad la pregunta que hace una estudiante de Ciencias Políticas, ex-alumna de Calvo: «¿Cuál es la política de la universidad para suspender (de empleo) o despedir a alguien?» El Rectorado aún no ha respondido, amparado en que la política universitaria prima la protección de la privacidad de los profesores y sus familias. Y afirma la Rectora, según El Pais: «Una consecuencia desafortunada de esta política es que, en ausencia de información sobre los hechos, han estado circulando por el campus y la blogosfera falsos rumores». Y me pregunto, ¿qué es lo que se está protegiendo realmente?

Pero hay más. Aseguran los portavoces universitarios que «las negociaciones contractuales son un asunto personal y que sus normas le impiden hablar de ellas en abierto». Así es una de las,  supuestamente, mejores universidades a las que pretendemos imitar persiguiendo esa, tan manida y carente de significado, «excelencia». Una universidad donde la contratación es un «asunto personal», donde la falta de transparencia es absoluta y donde «las normas» obligan al silencio.

¿De verdad es ésto lo que queremos para la universidad española: falta de transparencia, una clara y evidente falta de democracia universitaria, un claro y evidente «soborno» gracias a unas normas que permiten que los derechos de los trabajadores sean absolutamente ignorados? NO GRACIAS, que no cuenten conmigo…

Y por encima de todo, está la vida de un hombre, de un profesor, que si nos atenemos a lo que dicen de él sus estudiantes, muchos habrían de callar…

Y me vuelvo a preguntar: ¿Qué es lo que prentenden proteger?

Y seguimos con la «Excelencia»…

José Luis Pardo, filósofo, escribe hoy un «excelente» artículo en El País, «No me hables de Oxford» en el que se denuncia, una vez más,  la falta de imparcialidad de los rankings que sirven para calificar como «excelentes» a las mejores universidades del mundo.  Pardo pone de manifiesto cómo estos rankings no son más que la «mercantilización» del conocimiento, al centrarse en las publicaciones de la investigación generada en dichas universidades. Los factores de impacto de las revistas nos dicen qué es lo que más se publica (o se vende, en términos mercantiles), pero no siempre lo más publicado/vendido es lo mejor. La excelencia nada tiene que ver con la supuesta competitividad de las publicaciones sino con «la autonomía del saber científico con respecto a los poderes económicos y políticos que siempre han tenido la tentación de controlar el conocimiento y de ponerlo a su servicio».

Y se sigue hablando de excelencia, y se sigue «pervirtiendo» el concepto para la mayor gloria de los mismos de siempre. Es cierto, ya está todo dicho, una y otra vez, pero hay que seguir diciéndolo, en voz bien alta…

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