
Avanzas con paso firme hacia el Centro del Laberinto. Allí te espera el Minotauro, ese monstruo mitad hombre, mitad toro…
El Minotauro te enfrenta a tus miedos más terroríficos; los más escondidos, los que únicamente conoces tu; aquello a lo que, queriéndote enfrentar, te aterroriza. Sabes que está ahí, ya no puedes postergarlo más; te huele, lo hueles; te acecha… Eres consciente de que este miedo te acompaña, y aún así sabes que vas a llegar… El miedo te incita a volver pero sabes que este camino ya no tiene vuelta atrás; sabes que la salida del Laberinto se encuentra únicamente avanzando; y sientes aún más miedo…
Vas a llegar porque sabes que la decisión consciente que tomaste en su día de entrar en El Laberinto, y el Camino que ya has recorrido, te dan fuerza y experiencia para afrontar la prueba que tienes por delante. ¡Pero antes tienes que afrontar tus miedos!
En nuestro particular Laberinto de la Academia, el Centro simboliza el acto de defensa de la tesis… Este paso es, como todos los que vamos dando, simbólico. Se trata de “adelantarnos” simbólicamente para que, una vez llegue el momento, seas capaz de identificar tus miedos y dejar que fluyan sin que te bloqueen.
¿Estás preparada, preparado, para mirar de frente a tus miedos y así llegar al Centro, a tu centro? Adelante…
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