No es mi intención hacer aquí un resumen de lo que se ha escrito sobre cómo trabajar con los sueños. Pretendo simplemente poner en claro cuáles son las principales aportaciones teóricas y conceptuales que me han servido para trabajar con mis propios sueños y poder hacer la clasificación de sueños que te muestro en la página «Tipos de Sueños».
Esta página es puramente teórica. Si no te interesa, puedes saltártela sin problema. Por el contrario, si te interesa conocer los hombres y mujeres de los que me he nutrido, sigue leyendo. Al final puedes encontrar las referencias bibliográficas, por si te sirven.
Las personas que más me han aportado han sido Perls y Ángeles Martín, desde la Terapia Gestalt; Jung y Johnson desde la Jungiana; Murdok desde la sabiduría femenina: y Alejandra Warden en todo lo relativo a los sueños del alma relacionados con el sagrado femenino.
1- El trabajo con Sueños desde la Terapia Gestalt- Identificación y Representación
De Perls, uno de los padres de la Terapia Gestalt, se decía que su forma de trabajar con los sueños era posiblemente su mayor contribución (Huneeus, 1974); y de ahí su reconocida aportación al tema recogida en su libro Sueños y Existencia(1974). También Ángeles Martín (2009), terapeuta gestáltica con prestigioso reconocimiento por su aportación al tema, plantea con rotundidad la importancia de los sueños. Sin embargo, me llama la atención la poca literatura especializada que he encontrado sobre este tema.
La Gestalt trabaja los sueños, como no podía ser de otra manera, trayéndolos al presente, al aquí y ahora, donde el o la soñante “representa” el sueño y cada una de sus partes (ya sean personas, animales, cosas o situaciones); se “identifica” con cada una de ellas y las interpreta. Al principio, me pareció esta técnica contradictoria con las bases epistemológicas de la Gestalt: si este es un enfoque integrador y holístico (Perls, 1978), ¿por qué entonces “separar” cada una de sus partes? Sin embargo, la técnica de la “silla caliente” utilizada por Perls para establecer un diálogo entre las partes del sueño, no es más que la forma de establecer relaciones y conexiones entre las mismas para llegar a la integración. Así, como él mismo afirma (1978, 111): “Cada sueño, o cada historia, contiene todo el material que necesitamos. Lo difícil es entender la idea de la fragmentación. Todas las partes diferentes están distribuidas por todos lados (…) Pero si uno se da cuenta ‘este es mi sueño, soy responsable de este sueño, yo pinté el cuadro, cada parte es parte mía’, entonces las cosas empiezan a funcionar y a juntarse, en vez de estar incompletas y fragmentadas”. De la misma forma, se puede apreciar con claridad el afán de Perls por integrar, y no por disociar, en una de sus obras escrita unos años antes (1973, 182): “Tal como estamos hoy día somos personas fraccionadas, somos personas divididas en partes y pedazos. Da nada sirve analizar estas partes y pedazos por separados y dividir aún más. Lo que queremos hacer en Terapia Gestalt es integrar todas las partes dispersas, alienadas y desposeídas del sí mismo y hacer de la persona, nuevamente, un todo entero”.
El sueño, como dice Perls (1978, 88), nos trae un mensaje existencial muy claro; es por tanto interesante preguntarse cuál es el mensaje; la respuesta, probablemente esté en la integración de las diferentes partes del mismo que no son, al fin y al cabo, más que las diferentes partes de uno mismo.
Para entender el mensaje es necesario conocer el lenguaje en el que hablan los sueños, el lenguaje de los símbolos y los mitos; y me encontré con Johnson y con Jung, con sus símbolos y sus mitos y sus fascinantes arquetipos e inconsciente colectivo.
2- El trabajo con sueños de Jung y Johnson: Mitos, Inconsciente, Arquetipos y Sincronicidades
El libro de Johnson (1998), El equilibrio entre el cielo y la tierra, fue para mí un descubrimiento. Esta obra “trata sobre la evolución de la conciencia; (sobre) un viaje interior guiado por intensos sueños, visiones y acontecimientos sincronísticos” (Ruhl, 1998, 11). De la misma manera, el libro autobiográfico de Jung (1964), me pareció absolutamente esclarecedor y me ayudó a comprenderme. Para Jung y Johnson el trabajo con sueños consiste en hacer consciente lo inconsciente; esto es, traer a nuestro consciente lo que se nos muestra desde nuestro inconsciente a través de los sueños. En efecto, así lo expresaba Jung (1964, 337): “lo que le sucede a uno cuando se integran a la consciencia contenidos anteriormente inconscientes, apenas puede describirse con palabras. Solo se puede experimentar. Se trata de una cuestión indiscutiblemente subjetiva”. Imagino que es por ello por lo que me resulta francamente difícil expresar en el lenguaje literario algo que se presenta en un lenguaje simbólico; presentándose además, no de forma lineal sino en una “circunvalación del uno mismo” (Johnson, 1998).
Ambos autores trabajan diferentes técnicas: desde los mitos y la asociación de ideas (en la que es fundamental los conceptos de Inconsciente Personal, Inconsciente Colectivo y Arquetipos, desarrollados por Jung); pasando por la utilización de la imaginación activa y la atención a la sincronicidad, prestándole siempre una atención especial a la intuición. Dediquemos unos breves párrafos a estas ideas.
a) Mitos y Asociación de Ideas
Jung (1964) definió el Inconsciente Colectivo como “un sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique que está más allá de la razón”. Lo diferenciaba del Inconsciente Personal que se define como el conjunto de «recuerdos perdidos, ideas dolorosas que están reprimidas, percepciones subliminales (…) y contenidos que aún no están listos para la consciencia»(Sharp, 1994, 106).
En relación al Inconsciente Colectivo, Jung definió el Arquetipo “como esbozos de las cualidades humanas básicas que todos compartimos. Los arquetipos son patrones o fuerzas naturales indefinibles que conforman la vida en todas las épocas y lugares. No se los puede conocer directamente, pero los temas y las imágenes arquetípicas aparecen en los mitos, cuentos de hadas, sueños y fantasías” (Johnson, 1998, 115).
Según Vézina (2001, 38), “el inconsciente tiene acceso a un abanico de datos más amplio que la consciencia para tratar un problema, y puede resolver ese problema por medio de los símbolos”. Esta idea surge del trabajo de Jung por el que se sugiere que algunos sueños nos traen un significado arquetípico que se puede trabajar desde un mito y desde los símbolos. Sin embargo, hay que reconocer que “nos es difícil percibir esos símbolos debido a la presencia apabullante de nuestra racionalidad” (Vézina, 2001, 19). Sin embargo, como en los sueños no influye la consciencia ni la racionalidad, éstos se convierten en una buena herramienta para resolver un problema del que sí somos conscientes.
El inconsciente colectivo ha dado lugar a los mitos y con ellos se nos abre un abanico de posibilidades para el trabajo con nuestro inconsciente. Los mitos nos permiten reconocer los diferentes arquetipos en nuestros sueños y nos proporcionan un entendimiento amplio de nuestro momento psíquico. Cuando estamos ante un sueño arquetípico (luego explicaré qué son), es interesante tratar de reconocer el mito y una vez reconocido, algunas preguntas que pueden guiar el trabajo con el sueño pueden ser del tipo: ¿en qué momento del mito me encuentro? ¿quién soy yo en el mito? ¿qué otros personajes del mito están representándome aquí y ahora?… Esto lo veremos más adelante cuando presente el trabajo concreto con algunos de mis sueños.
Siguiendo estas ideas de Jung, también podemos trabajar el sueño desde la asociación de ideas que nos deja el mito: ¿qué idea me llega con el sueño? ¿qué siento, que palabras o imágenes acuden a mi mente? ¿Con qué sensación me despierto? Se trata de traer a la consciencia todas las asociaciones (imágenes, sentimientos, palabras, etc.) que el sueño nos evoque. De esta manera se trabaja a partir de “imágenes” (no de objetos o personas) del sueño y de lo que estas imágenes nos evocan y ponerlas en relación a un mito y a los arquetipos, si el sueño lo permite. Desde esta asociación de ideas he de preguntarme, ¿cuál es el mensaje principal, existencial, que el sueño me trae? ¿cuál es la INTUICIÓN que me revela este sueño? En las respuestas es conveniente quedarnos con aquella que suponga un “reto” y no una falsa complacencia del ego.
b) Imaginación Activa
La imaginación activa consiste en dejar que las diferentes imágenes, símbolos o arquetipos que aparecen en nuestro sueño dialoguen entre sí.
c) Sincronicidades
Por último, las sincronicidades fueron mencionadas por primera vez por Jung, pero fue junto a Pauli cuando en 1952 publican un libro juntos en el que Jung incluye un ensayo sobre la naturaleza de la sincronicidad (Peat, 1987, 34). En este, Jung califica la sincronicidad de varias maneras: “como la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados causalmente que tienen el mismo significado o un significado parecido; como actos creativos; y como paralelismos acausales” (Peat, 1987, 34). Con unas palabras más sencillas, se produce una sincronicidad cuando dos sucesos coinciden en el tiempo sin que haya una relación causal ni racional entre ellos. Por ejemplo: sueño con un amigo que hace mucho tiempo que no veo porque se fue a vivir a otro país y al día siguiente me lo encuentro por la calle.
Normalmente, la vivencia de sincronicidades se intensifica en los procesos de transformación personal; “es como si esta reestructuración interna produjese resonancias externas o como si una explosión de ‘energía mental’ se propagase hacia fuera en el mundo físico” (Peat, 1987, 39). De esta manera, “el fenómeno sincronístico ocurre cuando un acontecimiento percibido interiormente, como un sueño o una visión, parece corresponderse de manera significativa con una realidad exterior” (Johnson, 1999, 153).
Hay algo importante que hay que recordar: las sincronicidades han de tener “sentido” para la persona que las vive, teniendo presente que “el sentido de la sincronicidad enraíza profundamente en el inconsciente colectivo” (Vézina, 2001, 29). Si esto es así, “la única forma de percibir estas experiencias y ser conscientes de ellas es disminuir el nivel de conciencia racional para dejar espacio al poder de la intuición, que mana directamente del subconsciente” (Teodorani, 2006, 29).
Todo mi trabajo personal comenzó con una sorprendente sincronicidad entre un sueño y un hecho que sucedió el día siguiente.
3- Los Sueños Trabajados por Murdoch- Los Sueños en Evolución
Hay muchas formas de trabajar los sueños. Normalmente los trabajamos de manera aislada; esto es, me despierto, he tenido un sueño y lo trabajo. Pero también se pueden trabajar relacionándolos unos con otros a lo largo del tiempo, sueños en evolución.
Es frecuente que los sueños vayan semanas, meses o incluso años por delante de nuestra compresión consciente (Signell, 1990, en Murdock, 1998, 158). De esta manera, puede que hoy el sueño que he tenido esta noche se me presente incomprensible pero puede cobrar sentido días, semanas o meses después. Esto ocurre porque al trabajar los sueños a lo largo del tiempo, aparecen patrones que se repiten (Johnson, 1998).
Cuando trabajamos nuestros sueños en evolución podemos observar que evolucionan de forma cíclica, evolucionan en espiral.
4- Los Sueños Espirituales y los sueños del alma
Cuando hablamos de sueños espirituales y sueños del alma, en realidad estamos saliendo a un plano diferente de la realidad, en el que puede ser nuestra propia sabiduría interna, o familiares o guías los que nos transmiten con cierta claridad un mensaje importante para nuestra evolución.
Llegué a Alejandra Warden por medio de Lewellyn Vaughan-Lee (https://goldensufi.org), maestro sufí y especializado en el trabajo con los sueños. Alejandra trabajaba la integración de todo lo que yo anhelaba recordar: la relación de los sueños del alma con el femenino sagrado. Trabajé con ella para aprender a descifrar el mensaje de este tipo de experiencias.
Referencias Bibliográficas
Huneeus, F. 1974. Prólogo a Perls, 1974.
Johnson, R.A. 1997. El rey pescador y la doncella sin manos. Cómo comprender el sentimiento de herida en la psicología masculina y femenina. Ediciones Obelisco, Barcelona.
Johnson, R.A. 1998. El equilibrio entre el cielo y la tierra. Recuerdos de visiones, sueños y realización. Paidós (Ed.1998), Barcelona.
Jung, C.G. 1964. Recuerdos, sueños y pensamientos. Seix Barral (Ed. 2013), Barcelona.
Jung, C.G.; Pauli, W. 1955. The interpretation and natures of the psyche. Bollingen Series LI, Pantheon, New York. (En Peat, 1987).
Martín, A. 2006. Manual Práctico de Psicoterapia Gestalt. Desclee de Brouwer (Ed. 2013), Bilbao.
Martín, A. 2009. Los sueños en Psicoterapia Gestalt. Desclee de Brouwer, Bilbao.
Murdock, M. 1998. El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino. Gaia Ediciones (Ed. 1999), Madrid.
Peat, F.D. 1987. Sincronicidad. Puente entre mente y materia. Kairós (Ed. 1989), Barcelona.
Perls, F.S. 1974. Sueños y Existencia. Ed. Cuatro vientos, Chile.
Perls, F.S. 1973. El enfoque Gestalt y Testigos de Terapia. Ed. Cuatro Vientos (Ed. 2013). Chile.
Ruhl, J.M. 1998. Prefacio a Johson, 1998.
Sharp, D. 1994. Lexicón jungiano. Ed. Cuatro Vientos, Santiago.
Signell, K.A. 1990. Wisdom of the heart: working with women’s dreams. Bantam Books, New York.
Teodorani, M. 2006. Sincronicidad. El vínculo entre la Física y la Psique desde Pauli y Jung hasta Chopra. Ed. Sirio, Málaga.
Vézina, J-F. 2001. Las coincidencias necesarias. La sincronicidad en los encuentros que nos transforman. Ed. Obelisco (Ed. 2007), Barcelona.
Warden, A. 2016. El llamado de mi corazón. Una autobiografía espiritual.
Warden, A. 2019. Una mujer nueva. El amor, el poder y la sabiduría de nuestra esencia femenina. Fundación Tierra Global.