Hace ya más de dos años que nació el Laberinto de la Academia como un espacio en el que sentirte acompañado académica y terapéuticamente durante tus años de doctorado. Mi propuesta ha consistido en invitarte a ti, que haces la tesis doctoral y te sientes perdido, bloqueado, desilusionado… a entrar en tu propio Laberinto, alcanzar el centro y salir a la vida. El recorrido por el Laberinto es como un parto, pero ahora nadie te pare, te pares tú a ti mismo… Y es lo más bonito que puedes hacer por ti. Es un precioso regalo que te haces, porque quieres disfrutar de tu tesis, que un día la empezaste con tanta ilusión; un regalo que te permite conocerte cada día un poco más; un regalo que te devolverá a la Vida!
Dos años ya; dos grupos de intrépidos caminantes que os atrevisteis a dar ese primer paso para entrar en el Laberinto de la Academia. Llegabais sin saber a dónde veníais; y lo hacíais ávidos de comprensión; de un lugar donde dejaros caer; donde poder ser escuchados sin ser juzgados; un lugar donde permitiros estar perdidos; donde sacar todos vuestros miedos sin ser vistos con cara de espanto; un espacio donde gritar, donde callar, donde reír, donde llorar… Un espacio donde saberos pequeñitos para luego desplegar toda vuestra grandeza.
Hoy me enorgullece ver cómo vais poniendo luz sobre aquellos “muros” con los que un día os topasteis; cómo recorréis vuestro “camino”; y cómo os dais cuenta que el camino de una hoy puede ser el camino de otro mañana; cómo otros se reconocen en los “miedos” de unos. Me enorgullece ver cómo habéis creado Grupo; cómo ahora sabéis que no estáis solos en este Laberinto. Y os hace grande, no matar al Minotauro, sino ser capaces de dar la vuelta y salir del Laberinto, y así, celebrar la Vida. Esa vida que os está esperando con los brazos abiertos, sabedores de que hay vida más allá de la tesis. Me enorgullece ver cada parto, cada Ser que sale del Laberinto, brillando con luz propia. Sabiéndose… Sabiendo SER!
Y solo me queda darle Gracias a la Vida por esta maravillosa oportunidad de acompañaros. Gracias a vosotr@s, intrépidos caminantes del Laberinto, por tanta entrega, por tanta sabiduría… Y a ti, que haces la tesis doctoral y este escrito te resuena en lo más íntimo, te esperamos en Búho Blanco el próximo curso para acompañarte en tu propio Laberinto.