Hace tiempo que me ronda en la cabeza la relación entre la economía y docencia. ¿Qué explicamos en las aulas universitarias? ¿Qué estamos haciendo como docentes? ¿Que responsabilidad tenemos? La parcelación del conocimiento ha llegado a las aulas, ofreciéndose hoy unos programas cada vez más «mercantilizados», en el sentido de producir un «mundo de gente rentable», tal como se publica hoy en Público.
Ese el el titular del artículo que hace que un domingo como hoy merezca la pena leer la prensa. Martha Nussbaum afirma en su libro «Sin fines de lucro» que se está enseñando al estudiante las herramientas para ser introducido mecanicamente en el mundo mercantil pero se le está privando de la capacidad intelectual y del pensamiento crítico y de reflexión.
Me pregunto, ¿hasta qué punto la idea de este reduccionismo de las humanidades en las aulas y la hiper-especialización derivada de la mano dura impuesta por «el mercado» tiene una relación directa con el reduccionismo impuesto por la Economía Neoclásica? ¿Qué papel podemos desempeñar los Economistas Ecológicos dedicados a la enseñanza univesitaria? ¿Qué responsabilidad tenemos en todo ello? Un camino apasionante por recorrer…