
He pasado todo el confinamiento trabajando con el «automático» puesto. Pensé que con esto de trabajar desde casa me quedaría tiempo para retomar un ilusionante libro que comencé y con el ajetreo del segundo cuatrimestre había pospuesto. Pero nada más lejos de la realidad. Lejos de encontrar la serenidad y el tiempo para sentarme con mis dibujos y esquemas, me encontré sumergida en una vorágine de clases online que ocupó todo mi tiempo y mi energía.
Justo cuando entrábamos en la Fase 1, a mediados de mayo, comencé a entrar en ebullición; no sabría definirlo de otra forma. Y me di cuenta que ya va siendo hora de recobrar la voz, no solo la mía… Una voz silenciada durante largo tiempo, no solo la mía…
Y es el agua, la YakuMama, la Gran Madre, la que me inspira, la que me lleva, a veces confrontándome como una fuerte tormenta; otras meciéndome como a un bebé en su suave balanceo.
Hoy lanzo mi nueva web como una forma de comenzar a darle voz a lo que tiene que ser recordado. Es solo una forma de «recordar». Si algo te resuena, bienvenid@. Recordemos junt@s!
Gracias a tod@s los que de una manera o de otra me habéis acompañado en estos dos meses!! Habéis sido un regalo!!
Me encanta tu costante movimiento creativo!! Fluir como la Yakumama. Bravo
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