
En casa de mi abuela había un Sinaí que recuerdo, en mi niñez, como un simple objeto decorativo. Al morir ella, pasó a mi madre y desde hace semanas lo imaginaba en mi casa. Mi madre, en su infinita generosidad me lo ha dado. Y aquí está ahora, en la entrada de mi casa, como símbolo de la YakuMama, del recuerdo del agua, de la voz recobrada. En recuerdo y honor de mi abuela!! Siempre conmigo!