
«Te queda un telediario», me dijo mi ginecólogo mirando los análisis de hormonas que me había realizado, haciendo alusión a que había entrado en el periodo de la pre-menopausia.
Aquella broma machista y de mal gusto me generó un enfado monumental, despertando algo dormido en mí. No me sorprendió que mi regla se estuviera retirando sino la falta de sensibilidad que mostraba aquel hombre, al que siempre había estado agradecida. En aquel instante sentí con una rotunda claridad que quería que fuera una mujer la que me acompañara en aquella etapa» (YakuMama. La Voz Recobrada, 2021, 140).
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Esto es un pequeño pasaje del libro de la YakuMama. Mi regla comenzó a retirarse con 50 años y hoy, cinco años después, aún tengo muchos de los síntomas que comenzaron entonces.
He de reconocer que tras una etapa fértil con fuertes dolores provocado por la endometriosis, la idea de la menopausia me atraía. Nadie me había contado nada. Yo tampoco pregunté. Pensé que sería la liberación; por fin sin regla y sin dolores. No tenía ni idea.
Fueron apareciendo los síntomas. Primeros los sudores y los sofocos que identifiqué rápidamente como parte del proceso. Pero luego hicieron su aparición otros más sutiles de los que no había oído hablar: cambios de humor, cansancio e insomnio. Y otros más que, en mi desconocimiento achaqué a la endometriosis: sequedad vaginal, dolor al mantener relaciones sexuales y descenso del apetito sexual.
Hasta que no he sabido que todos estos síntomas no los tenía solo yo; hasta que no me he rodeado de mujeres menopausicas y he podido hablar de lo que sentíamos, física y emocionalmente; hasta que no recobré mi voz sentí mucha vergüenza.
Hemos de recobrar nuestras voces para hablar de lo que nos pasa; no solo entre nosotras, también con los hombres. No es un problema. Es una etapa más de la vida.
No, no me queda un telediario, querido. Me queda una vida plena para seguir experimentando, disfrutando y viviendo mi cuerpo como mujer menopausica.
(A raíz de un artículo que se ha publicado hoy en El País, que te animo a leer).