Cuando puedo ver que he transferido el papel de padre a alguien más, quitándoselo a papá; cuando puedo ver que es mi padre quien me dio la Vida y no ese alguien. Cuando puedo dejar de ser el niño que fui y, como el hombre que soy, mirar a ese alguien y liberarlo de la pesada carga que le puse, agradeciéndole lo compartido. Cuando puedo mirar a mi padre y agradecerle la Vida que me dio, en ese momento me libero yo también. En ese momento recupero mi poder para tomar mi vida. Porque el Agradecimiento y la Humildad nos hace libres!
Agradecida a las bellas personas que me hacen testigo de tan sanadores procesos!!
El proceso terapéutico no es un ir donde el/la terapeuta a buscar recetas fáciles y rápidas que salgan de el/ella. Es un encuentro conmigo misma donde el/la terapeuta, con toda su presencia, paradójicamente, se diluye para que ese encuentro de mí conmigo tenga lugar.
Y cuando por fin me siento conmigo, me escucho, me veo, me reconozco… me acompaño; y dejo de pedir que se sienten conmigo, que me escuchen, que me vean, que me reconozcan, ya no me hace falta el reconocimiento externo porque ya me lo doy yo.
La herida de una niña que fue abusada, que no pudo elegir… Una herida que puede llegar a somatizarse durante años, envuelta en un profundo sentimiento de culpa. Hoy, como adulta sí puede expresar lo que entonces no pudo; hoy puede elegir lo que entonces le fue negado.
Mujeres valientes que se atreven a abrir heridas dolorosas, durante años silenciadas!! Mujeres que recobran su voz!!❤️
Con mucha alegría os presento la Espiral de «YakuMama. La Voz Recobrada». Desde hace mucho tiempo, no sé muy bien cómo ni cuándo empezó, me siento atraída por las espirales. Le he ido dando sentido en mi propio camino y, tímidamente, la he ido incorporando en los procesos terapéuticos de las personas a las que acompaño, siempre dibujándola con papel y lápiz. Hoy doy un paso más y la integro con la Tierra, el Agua y el Fuego para seguir caminando…
Mil gracias a Aaron Agivala y Alicia Galán por su amorosa ayuda y cariño .
Si quieres venir a recorrer la Espiral de la Vida en YakuMama, encantada te acompaño.
Cuando una mujer expresa su verdad, la belleza inunda la sala. Cuando unas manos de mujer tocan con amor, los colores se funden creando un espacio en el que parir la verdad que lleva dentro.
En ese momento la voz se recobra para llevar al mundo el mensaje amoroso de que una Nueva Tierra es posible.
Agradecida a las hermosas mujeres con las que trabajo. Sois mi fuente de inspiración para expresar mi verdad, recobrar mi voz y ponerla al servicio de esta nueva Tierra.
Comenzamos nuevo grupo presencial el 21 octubre 2020, en Espacio YakuMama (Mairena del Aljarafe, Sevilla), con todas las medidas de seguridad Covid. Si prefieres hacerlo desde tu casa, estés donde estés, este año también formamos grupo ON-LINE.
Abrimos el plazo de inscripción al Laberinto de la Academia. Este año te ofrecemos también un grupo on-line para que puedas unirte desde cualquier rincón. Y como todos los años, continuamos con nuestro grupo presencial.
El Laberinto de la Academia es un acompañamiento académico y terapéutico para grupos de estudiantes de postgrado. Este es un camino en el afloran muchos de nuestros miedos y es reconfortante recorrerlo sabiéndote acompañad@.
Si estás haciendo la Tesis Doctoral o tu Trabajo Fin de Master y sientes bloqueos, ansiedad, miedos… si te sientes, sol@, posiblemente en el Laberinto de la Academia encuentres un espacio en el que FINALIZAR tu investigación de una manera sana y feliz.
Para más info, pincha en la ventana «Laberinto de la Academia» de esta web, o escríbeme (evelalo1@gmail.com) o llámame (+34 687 940 301)
El 28 de abril, tras 45 días de confinamiento, me preguntaba que me estaba trayendo esta excepcional situación que nos ha tocado vivir. Me respondía entonces que me traía la posibilidad de darme cuenta que todo está relacionado; incluso lo de «fuera» con lo de «dentro». Me daba cuenta que tan solo dos semanas después de estar confinados, la Vida comenzó a resurgir, la Tierra comenzó a regenerarse. Hoy puedo ver que habíamos adoptado un ritmo compatible con la Vida.
Y mientras esto pasaba fuera, algo similar ocurría en nuestro interior. Ralentizábamos nuestro ritmo vital, nos cuidábamos y cuidábamos, nos comenzamos a escuchar, a ver, a sentir… también para much@s de nosotr@s ha sido un tiempo de regeneración. Más allá de la tragedia social y económica que vivíamos, a un nivel personal, much@s, incluso con culpa, nos hemos llegado a sentir bien «en casa»; a much@s, el confinamiento se nos ha quedado corto.
Y ahora que comenzamos a salir nos damos cuenta que no queremos volver a ese ritmo loco que teníamos y a much@s nos hace enfermar. Un ritmo que nos impide estar en nosotr@s y con nosotr@s, un ritmo que nos desconecta de nuestra esencia porque nace de la competitividad enfermiza del hacer y no del ser.
No se trata simplemente que nos dé pereza “salir de la cabaña”. Se trata de que much@s hemos encontrado aquella parte de nosotr@s que olvidamos hace tanto tiempo y ahora, que empezábamos a sentirnos cómodos en nuestra presencia, nos piden volver a desconectarnos, a olvidarnos de este tesoro recién descubierto. Y nos damos cuenta que no queremos; que lo que queremos, como la propia Tierra, es seguir el ritmo de la Vida.
Hoy, en el Día Mundial del mal llamado «Medio Ambiente», me doy cuenta que no es casualidad que nosotr@s también nos hayamos regenerado en este tiempo de confinamiento, como Ella; no es casualidad que se nos haya quedado corto, como a Ella. Por esto, no se trata de celebrar el día Mundial del Medio Ambiente, perpetuando así una disociación con lo que verdaderamente somos, sino de dar pasos en este camino de la Unidad, de la Integración, permitiéndonos un ritmo compatible con la Vida, donde podamos seguir fluyendo con la YakuMama, dejándonos llevar por nuestra verdadera esencia. Un ritmo que nos permita escucharnos, vernos, sentirnos; que nos siga permitiendo escucharla, verla, sentirla.
NO celebremos el día mundial del medio ambiente, celebremos nuestro día, el de Todo, el de Todos, el Día en el que recobramos un ritmo compatible con la Vida.
Hay días en lo que todo se alinea para ver mi propia vulnerabilidad. Y cuando es a través de la mirada de los hombres, es un regalo doble.
Cuando puedo ver al niño que nunca fue visto porque él se atreve a verlo. Cuando puedo ver su profundo dolor porque él me lo muestra; cuando puedo ver que también ellos sienten la soledad atenazándoles el corazón…
Es entonces, al ver la grandeza en la vulnerabilidad de los hombres, cuando veo la grandeza en mi propia vulnerabilidad. Y así, seguimos en esta danza, sanando el masculino herido, recordando el femenino silenciado.
Te invito a escuchar tu vulnerabilidad escuchando esta bonita canción de Pedro Pastor (pincha aquí).