
Junto a la pésima noticia de que el AGUA comienza a cotizar en los mercados de futuro en Wall Street, que ha hecho que se me retuerzan las tripas, he recibido un correo de un ex-alumno de Ciencias Ambientales, al que le dirigí su Trabajo Fin de Grado el curso pasado. Ahora está cursando un master y está planteando su Trabajo Fin de Master y me cuentas sus diferentes ideas. Su correo termina diciendo:
“En resumen, muchas ideas y todas aún en el aire. Lo que tengo claro es que quiero poner mi granito de arena y todo gracias a la pregunta que nos hiciste repetirnos una y otra vez en clase: Y yo, ¿qué puedo hacer?
En ello sigo y espero seguir mucho tiempo, en preguntarme qué puedo hacer y cómo puedo llegar a conseguirlo”.
Y días como hoy, con las tripas aún revueltas, correos como este me alegran el alma y me hacen sentir que no todo está perdido…