Un año más… y algo ha cambiado

Un año más vengo a Baeza y hago el mismo ritual. Antes de clase me pierdo por las callejuelas medievales, solitarias a pesar de la hora y el tiempo que invita a pasear en pleno invierno.

Cada año un nuevo grupo para descubrir, para aprender, para ir adentrándome en mi propia Manigua, en mi propia selva para darle voz, para darme voz. Y ell@s, ávidos, me lo permiten. Ell@s me llevan y yo me dejo llevar.

Un año más hacemos vivencia esto del cambio de paradigma. Hay tiempo para la comprensión racional y razonada, “científica”. Y también hay espacio para la emoción, para el sentir. Dejándonos fluir con el agua…

Un año más… Y en esta ocasión es un estudiante de Burundi quien comparte en primera persona su dolorosa vivencia con el agua en su país de origen. Aquello que yo simplemente “contaba”, el lo vivía. El lloraba, y much@s con él. Conectamos con su dolor, un dolor ancestral que nos toca en lo más hondo del alma. Un dolor que podemos reconocer… El dolor del agua, el dolor de la Vida, el dolor de la muerte… En ese momento, en el instante en el que le hacemos espacio al dolor, todo lo demás, lo racional, las transparencias, todo aquello que yo traía para compartir con ellos, queda en un segundo plano. El dolor se impone de una manera tan aplastante, tan explícito, tan real… y la emoción surge a borbotones, como el agua sagrada… y me lo permito.

Un año más… y sin embargo algo ha cambiado. Un año más en el que me vuelvo con el alma llena, también de dolor… Y me doy cuenta que es también a esto a lo que quiero darle voz: el dolor de la Tierra, el dolor del Agua, mi dolor, el de todas… “El agua sangra” me dicen… y me conmuevo. Tanto por aprender, tanto por sentir… Algo ha cambiado… y duele…

Un año más en el que me vuelvo agradecida a la Vida por permitirme la oportunidad, cada año, de vivenciar un poco más el cambio de paradigma. Esto que empezó en mí de una forma tan racional y voy poco a poco habitándolo. Y es, en parte, gracias a ell@s!

La magia del agua… La magia de la docencia

Un curso más que termina. Y hoy no solo termino agradecida sino también emocionada. Al finalizar la asignatura de Economía Ecológica del Agua, cada año les pido a los estudiantes que se autoevalúen; quién mejor que ellos para saber cuál ha sido su aprendizaje. Hoy una estudiante, que además de haber obtenido un 10 en cada una de las prácticas que ha ido haciendo a lo largo del curso, escribe: «Creo que me merezco una Matrícula de Honor porque he estado trabajando muy duro y he aprendido con esta asignatura quién soy, cómo soy y quién quiero ser. He conocido una parte de mí que no conocía y no sabía que tenía…!«.

Hoy siento, una vez más, que el curso ha merecido la alegría. Hoy me siento afortunada. Hoy me doy cuenta que la magia del agua me permite la magia de la docencia.

Por ell@s, por tant@s estudiantes que me permiten disfrutar de lo que hago, un año más, la MAGIA DEL AGUA (Pincha en el enlace para ver el video).

https://www.youtube.com/watch?v=xAHi13T961U

Algo nuevo está naciendo

Hoy es de esos días que vuelvo a casa agradecida. Esta mañana vino una estudiante de 19 años a tutoría y acabamos hablando del alma de la tierra y se fue diciéndome que «le dolía la Tierra y lo que le estamos haciendo». Al marcharse, me descubrí emocionada mirando por la ventana, viendo mecerse esos árboles que le duelen.

Y esta tarde, en clase de Economía del Agua, los estudiantes han presentado un trabajo de esos que comienzan con «Abuela Grillo» y terminan con el aplauso emocionado de todos.

¡La emoción en el aula, la compasión en el despacho! Y siento que algo nuevo está naciendo…

Los 8 males del profesor universitario

 

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https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-01-24/males-profesor-universitario-trabajos-toxicos_156018/?utm_campaign=BotoneraWebapp&utm_source=whatsapp&utm_medium=social

Merece la pena leerlo hasta el final. Muy de acuerdo con casi todo pero no me resisto en romper una lanza en favor de los profesor@s que conscientemente decidimos alejarnos de este loco sistema de la pretendida excelencia académica. L@s que así lo hacemos no nos dedicamos a «tomar café y hablar por teléfono». Muy al contrario, algun@s dedicamos nuestro trabajo, a partir de un profundo recorrido personal, a contribuir a la salud de la institución.

Economía Ecológica como Terapia

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Sigo corrigiendo y esta vez es una estudiante de la asignatura Economía Aplicada al Medio Ambiente de 1º del grado en Ciencias Ambientales la que me hace un hermoso e inesperado regalo. En la asignatura explicamos la diferencia entre la Economía Neoclásica y la Economía Ecológica como alternativa. A final de curso tienen que responder a la pregunta ¿Qué es para ti la economía hoy, tras haber cursado esta asignatura? y con su foto tienen que expresar la diferencia entre las dos visiones.

Me he quedado impactada con la fotografía y la reflexión de esta estudiante, que al preguntarle si podía utilizarla me dio su consentimiento y además me dijo que podía dar su nombre, Lola Romero Areales. Copio el texto que acompaña a la foto que la tituló «Economía terapéutica»:

«Economías contrapuestas: Economía Neoclásica en la enfermedad. Caracterizada por un descontrol (libre mercado) directamente proporcional al extremo de sus síntomas (desigualdades), poniendo remedio a éstos mediante actos compensatorios (internalización de las externalidades) que, en realidad, no reparan nada. Basada en una necesidad inventada, la necesidad de estar más delgada, persigue un objetivo irreal, gastar cada vez más calorías ingiriendo menos (producir más utilizando menos).

Como respuesta, Economía Ecológica en forma de terapia, de cura. Subjetiva con cada paciente, intervenida por el terapeuta y los seres cercanos para controlar los síntomas (ralentizar el desorden). Nosotras, los costes sociales; nuestro valor medido en humanidad, costeado por nuestros padres. Terapia que integra y tiene en cuenta cualquier circunstancia de los participantes (sistema abierto, cosmovisión); no obstante, un grupo delimitado (colectivo) que nos atendemos y cuidamos (propiedad común) bajo nuestras propias pautas.

En comparativa con la primera foto, me llama la atención la adquisición de conciencia y conocimiento sobre una nueva realidad y, sobre todo, una visión significativamente optimista de esa realidad económica que trasciende el consumismo, que enlaza e integra, que cuida y respeta. 

No obstante, me cuestiono qué sucede con los que no se quieren curar»

Las palabras se me quedan corta para expresar la emoción que me embargó cuando esta chica compartió en clase su vivencia y el por qué de su foto. Y me doy cuenta que esa emoción provenía porque para mí la Economía Ecológica también ha supuesto, en cierta medida, una cura, una terapia entre tanta pretendida excelencia y malsana competitividad. Me doy cuenta cómo el aprendizaje vivenciado es cuando de verdad cala. Solo integrándolo podemos no solo aprenderlo, sino también «aprehenderlo».

GRACIAS Lola por tu valentía!! Guardo en mi corazón este precioso regalo que nos has hecho… que me has hecho…

Y nuevamente, días como hoy me siento profundamente agradecida a la Vida por darme esta oportunidad…

Por ell@s y para ell@s, LA MAGIA DEL AGUA

Foto Amanda_EcAgua

(PINCHA AQUÍ para ver el VIDEO)

… Y poco a poco, como el calor que tímidamente llega, voy cerrando el curso de Economía del Agua. Como todos los años, al inicio y a final de curso, les pregunto a los estudiantes ¿Qué es el agua? y tienen que responder con una fotografía. Una chica respondió con un cenote mexicano, donde había estado recientemente. Le daba título a la foto con «El agua en el interior» y su reflexión terminaba diciendo, «el agua guarda experiencias de millones de años atrás y sigue acompañándonos en el interior», y le hablé de la memoria del agua…

Me doy cuenta que nos ponemos en el camino mucho antes de ser conscientes de que estamos en él. Esta chica lo ha hecho, y hoy me preguntaba: «Esther, cuando me hablaste el otro día de la memoria del agua, ¿de qué me estabas hablando?… ¿de la espiritualidad del agua?». Y esto lo iba diciendo con una voz cada vez más bajita, como para que no la escuchara nadie; era su intuición hablándole, algo muy quedo, muy de dentro, muy del interior…

Y días como hoy es cuando me doy cuenta que la magia de la docencia es como la magia del agua, esa que nos lleva al interior, esta que llevamos dentro… Y días como hoy vuelvo a dar Gracias con mayúsculas a los estudiantes de Economía del Agua!!

Un año más, para ell@s y por ell@s, la MAGIA DEL AGUA! (**)

(*) Fotografía de Amanda Guerrero, estudiante de Economía del Agua, UPO, 2017-18.

(**) El Video La Magia del Agua lo realicé hace 5 años en agradecimiento a estos estudiante que tanto me inspiran

Cuando la creatividad desborda el aula

Esta semana pasada, en una de las prácticas de Economía Aplicada al Medio Ambiente (1º Ciencias Ambientales, UPO), los estudiantes tenían que responder a la pregunta ¿Y yo qué puedo hacer ante la obsolescencia programada? La práctica consistía en hacer algo «creativo» en grupo. Me sorprendieron con respuestas tan divertidas como una parodia de dos niños y sus juguetes; un «teatrillo» de unos amigos tomando unas tapas y charlando sobre el tema; un juego del trivial; una «vivencia» de lo que ocurre a nuestras espaldas (en países en vías de desarrollo) mientras nosotros compramos compulsivamente en nuestros «supuestamente países desarrollados»; ideas para reparar y reutilizar, una canción, un pequeño documental casero con encuestas a pie de calle, un cartel propagandístico, un cómic… y así podría seguir…

Os dejo una muestra de la maravillosa creatividad que todos llevamos dentro, solo hay que dejarla salir. Este video está realizado por Alberto Flores Gallego, Carmen García Villalobos, Elena Castellanos Amador y Andrea Blasco Vázquez. Gracias a tod@s ell@s por permitirme disfrutar de esta otra manera de enseñar.

EL VIDEO lo podeis ver pinchando AQUÍ

LA LETRA DE LA CANCIÓN ES ESTA:

Un día desperté, mi teléfono no funcionaba,

Lo intenté y ni siquiera llamaba, busqué en internet: ¿por qué no me andaba?

¿Y sabéis que salió?: obsolescencia programada,

Vaya descaro, en un momento me había sentido engañado,

El día que lo compré, pobre de mí, estaba ya sepultado

La inocencia perdí dos años hipotéticamente duraba,

Un año me daba el seguro, un año y un día después la batería ya no aguantaba.

¿Servicio técnico? Fraude infinito,

Obligado a comprar y tirar, comprar y tirar, si quieres lo repito.

En un bucle entré, no sabía ni cómo salir,

En un laberinto me hallaba, la salida no encontraba.

¿Qué puedo hacer? Quería arreglarlo,

Gracias a mi amigo internet soluciones creativas hallé.

Uno: alquiler, no compres tanto,

Fomenta el consumo local y no acumules en vano.

No todo es la calidad, hay más cosas en el mercado,

Existen productos usados que se venden de segunda mano.

Repara y si lo prefieres encuentra piezas si quieres,

No hace falta que tires si se rompe, arréglalo y no desesperes.

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Comparte, realiza trueques de objetos,

¿Para qué comprar y vender cuando puedes hacer un intercambio completo?

Seguimos con reciclar, las ventajas son evidentes,

Un mundo mejor, menos emisión y fomentación de economía verde.

¿Qué mas hacer? ¿Acaso no crees que no hay que comprar cada mes?

¿Sabes qué? Puedes usarlo y usarlo una y otra vez.

O si lo prefieres, puedes mandarlo a un taller,

Que cogen algo obsoleto y lo hacen perfecto pa´que vaya bien.

El Silencio habla en Baeza…

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… Y volví al master de Baeza, ese al que todos los años me daba pereza venir. Este año, tras la experiencia del curso pasado, venía con ilusión y ganas. Y no sé si será el aire puro de esta ciudad; sus callejuelas medievales que me transportan a otra vida, el frío que me cala o la mezcla de tantas culturas que se dan cita aquí durante tres cortos e intensos meses. Un poco de todo supongo y la magia ha vuelto al aula.

Tras un intenso día de clases, mañana y tarde, terminamos con una danza de agradecimiento a la Madre Tierra, todos en círculo, danzando… y me acordé de tí, querido José Andrés, aquello que me decías: «al danzar, con los pies acariciamos la Tierra». Y acariciábamos a la Madre Tierra también en agradecimiento a todos nosotros, por el día vivido, por la poesía compartida; por la magia que se hace Presencia. Es el cambio de paradigma vivenciado.

Termino el día agradeciéndole a este precioso grupo haberme permitido ser  más yo; dándome permiso para confiar en mí, en lo que tengo  para ellos, en lo que tengo para mí. Dándome cuenta que la imagen es el lenguaje del alma y cuando se produce la magia, las palabras sobran. El Silencio habla en Baeza. ¡GRACIAS!

El curso ha merecido la pena…

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Estoy corrigiendo como una loca las prácticas y tengo que parar para escribir esto que me sale a borbotones. Hoy siento que el curso ha merecido la pena…

En la asignatura Economía del Agua, propongo una primera práctica que es responder a la pregunta «¿Qué es para ti el agua?» y han de responderla con una fotografía, con el objetivo fundamental de que aprendan disfrutando y fomentando su creatividad, que es infinita. Esto lo hacemos a principio y a final de curso y así los estudiantes pueden valorar por si mismos su aprendizaje.

Hoy estoy corrigiendo la última práctica y me emociona ver el recorrido de estos chicos y chicas que a principio de curso, a pesar de ser estudiantes de Ambientales, reconocían no tener mucho conocimiento y menos conciencia sobre los problemas del agua. Hoy me emociono al leer las respuestas que dan a mi pregunta «¿Y yo que puedo hacer?».

Son muchas las fotografías subidas y las reflexiones sobre su aprendizaje. Pero esta que aquí subo me ha emocionado profundamente. Este chico reconoce que al ver cómo la fuente perdía agua «sintió» que esa tenía que ser su foto para la práctica. Y no solo se quedó ahí, sino que sintió que tenía que hacer algo. Llamó a la Línea Verde para dar parte de la pérdida de agua en la fuente… y se sintió «realizado».

Estas son las pequeñas cosas que podemos hacer, desde donde estamos, en nuestro aquí y ahora; no cuando seamos no sé qué, en un futuro lejano y en un allí distante. Esto es «sentir» el agua, no solamente «entenderla»… Esto es consciencia y con ella podemos cambiar el mundo!

Me siento profundamente afortunada y agradecida a esta grupo de estudiantes que comenzó hablando de «consciencia» y termina «sintiéndola»… a este grupo que me ha permitido seguir sintiendo «La Magia del Agua«.

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