Estoy rellenando la solicitud de sexenios; el disparate de los disparates. Me he pensado mucho si hacerlo porque decidí hace tiempo no participar más de esta locura. Sin embargo, me he dado cuenta que tengo curriculum suficiente para pedirlo y hacerlo es el reconocimiento que me debo a mi misma por todos estos años de duro trabajo. Y lo más importante, es el reconocimiento expreso para decirme ¡Basta ya. Hasta aquí!
Conscientemente me bajo del carro de la locura para quedarme conmigo, para dedicarle tiempo a mi esencia, apostando por mi, caminando a mi lado… como decía un maestro, «donde mi coherencia me lleve»…